Frederik Pohl era uno de los grandes escritores de la ciencia-ficción, que conocí con libros extraordinarios como "Pórtico" o "La guerra de los mercaderes" (ya estáis tardando en leerlos). Brillante en ideas y con un depurado estilo para implementarlas.
De jovenzuelo me daba por comprarme una buena saca de libros por internet todos los veranos, y en una de ellas iba este "Terror". El caso es que ha pasado unos buenos años criando polvo en una estantería, hasta que le ha llegado el turno. ¿Y qué me he encontrado?
Bueno, sin desvelar mucho, la trama descansa en el escenario de la guerra fría EEUU-Rusia, en torno al Proyecto Volcano de los primeros, con el que pretenden la supremacía como policías del mundo (os suena ¿verdad?). El trascurso de la misma se desarrolla en Hawai, donde grupos terroristas intentan sacar de su tierra a los americanos, reivindicando el exterminio de sus raíces y posterior explotación. Como personajes entran en juego el KGB, un agente desertor ruso, una turista víctima del terrorismo y algunos hawaianos. Peculiar y curioso tema, como veis; creo que es la primera vez que leo una historia ambientada plenamente en Hawai.
¿Me ha gustado? Bueno, lo cierto es que para mí ha sido una novela de acción con la peculiaridad de su ambientación, que me ha aportado más bien poco. No me ha enganchado salvo en momentos muy concretos, y su "realismo" lejos de las estrellas pohlianas me ha aburrido bastante, la verdad. Además, su final no me ha gustado un pelo, casi naif y para nada creíble, de esos tipo "acaba esto como puedas".
Un libro muy menor dentro de la Gloriosidad de los mejores momentos de Pohl, que solo recomendaría a los amantes de las novelas de espías, guerra fría o ambientaciones tropicales Hawayanas-Bombayescas.
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2 comentarios:
De Pohl he leído las dos novelas de los mercaderes y creo que una o dos más. No es de lo que más me gusta de la ciencia ficción pero era un buen escritor sin duda.
A mí sobre todo me gusto "Pórtico", de las saga de los heeches y la primera de los Mercaderes; con esas partió la pana (qué antiguo suena esto ya juas!).
¡Saludos maño!
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