En este ya clásico de la literatura, Hemingway nos cuenta lo que parece ser la última etapa de la vida de Santiago, un pescador cubano, que cuenta como compañía más cercana con la presencia de un muchacho aprendiz de pescador, que le ayuda con pequeñas tareas cotidianas al tiempo que aprende de su oficio.
Se trata de una historia no demasiado extensa, sencilla, y centrada en todo momento en la figura de Santiago y en cómo vive y afronta el final de su vejez, enfrentándose al reto de pescar un enorme pez espada, cuya consecución supone mucho más que la mera captura de la pieza.
Sin haberme fascinado o "arrebatado" el estilo de Hemingway escribiendo, sí que he de decir que me ha resultado una historia agradable de leer, y sobre todo por su tema. La actitud de lucha, de superarse a uno mismo, sin importar los sufrimientos o condicionantes como la edad, crean en la figura de Santiago todo un ejemplo vital. También te deja como poso esa reflexión de ¿para qué vale todo lo que hacemos? ¿Es por conseguir cosas, objetivos? ¿O más bien es que nos vamos contando nuestra propia historia, creando nuestro propio "personaje", a nosotros mismos y eso es lo esencial? Ahí es donde está su carga de profundidad.
"El viejo y el mar" es un bonito cuento, que cala más de lo que en un principio pueda parecer. Muy recomendable.
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