Hoy os hablo de un juego que no lo es. Se trata más bien de una narración, experiencia digital, puesto que no "juegas" en el sentido de interactuar, tomar decisiones, perder vidas... etc.
Apareces en una isla, que puedes explorar con cierta libertad, por sus senderos y escenarios (línea de costa, cavernas...), mientras te pones en la piel del protagonista, que va leyendo lo que parecen ser pedazos de cartas referidas a la Esther del título. No revelo nada, pero así se nos va contando una historia con cierto toque de misterio, en la que mentalmente intentamos hacernos a la idea de qué ha pasado exactamente aquí, al ir visitando lugares y huellas varias (esos mensajes y pinturas fosforescentes...).
Estaréis pensando... pues si no "haces nada" y solo caminas... ¿aburre esto? Hombre, pues depende de lo que busques: si quieres un juego 3D típico, vete buscando otra cosa. Pero si quieres vivir una curiosa experiencia, con fondo emotivo, distinta a lo que estamos acostumbrados... entonces te diré que "Dear Esther" merece, y mucho, la pena.
A mí me ha encantado por varios motivos:
-Los gráficos son de un precioso realismo (esas hierbas por los senderos, el mar, las cavernas... todo increíble), destinados a sumergirnos en la experiencia, consiguiéndolo plenamente en mi caso. Todo me ha transmitido una enorme sensación de melancólica belleza, de la profunda soledad del protagonista. Perfecto de veras.
-La música: acompaña con lirismo y sensibilidad todo tu peregrinar, sin caer en la "pastelosidad" ni hacerse cargante... un mérito nada fácil, por cierto, a nada que uno se pare a pensarlo, y no te digo ya si comparamos con otros productos.
-Lo original y refrescante que me ha resultado. Hartos ya de disparar y formatos de juego repetidos hasta la náusea, "Dear Esther" se convierte en un remanso poético (breve, como lo bueno, dura poco), que disfrutarás seguro si no vienes buscando nada típico aquí.
Absolutamente recomendado.
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