Rampo es una película japonesa que nos cuenta la historia de un escritor al que censuran su última obra. Y poco después sale en el periódico una noticia con enorme paralelismo con lo que se narraba en su novela no publicada.
El eje gira en torno al desvelo de las claves de este misterio. Pero sobre todo, el tema principal es la mente del escritor, los puentes entre la realidad y la ficción, y cómo estas dos dimensiones limítrofes a veces se mezclan de forma inextricable.
Y centrándonos en lo puramente cinematográfico, se nota que los directores aman verdaderamente este arte (me han recordado incluso a la perspectiva de Jose Luis Garci y su Qué grande es el cine), pues casi cada escena pretende transmitir belleza y sensibilidad, que toda la obra transmita lirismo y un elevar al espectador más allá de la pura narración de una historia. Y lo cierto es que lo consiguen en determinados momentos, con imágenes bastante evocadoras, pero está lejos de ser uniforme en este sentido. La música, por ejemplo, -junto a algunas interpretaciones-, a mí me han sacado bastantes veces de esa pretendida "nube" de poesía en movimiento.
Pero más allá de esto, a mí me ha resultado una película muy fluida y agradable de ver, que casi se desliza como una caricia a lo largo de su metraje, efecto sin duda del amor por el séptimo arte que motivo su creación.
¿La recomiendo? Sí, si estás buscando ver una película "suave" con un toque de misterio y una ensoñadora reflexión acerca de lo que supone ser escritor.
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