miércoles, 28 de marzo de 2012

BAUTISMO DE FUEGO (Saga Geralt de Rivia V)


Sigo en mi cabezona lucha por terminarme esta saga (a pesao no me gana nadie, y eso incluye al polaco este).

La historia sigue en su dinámica habitual: los personajes continúan con sus trayectorias paralelas, bastantes combates y guerras, explicaciones político-territoriales-intrigo-palaciegas, nombres de lugares que a uno no consiguen evocarle ni una triste imagen mental, el supuestamente carismático Geralt y su amarga sonrisa torcida -a mí no me vengas de atormentado, chaval-, el gilipollas del Jaskier haciendo de contrapunto pateticómico... todo bien escrito, desarrollado desde un punto de vista técnico... pero para mí con la misma atracción que puede causarme un botijo (en invierno). Lo siento, Sapkowski: incompatibilidad de caracteres :P

Luego han habido un par de detalles de estos que me han tocado las narices. La historia del abstemio vampiro Regis. Jeje, desmitifica el "ansia", la necesidad de beber sangre del vampiro, cambiándola y haciendo un paralelismo con la "necesidad" de beber de los jóvenes. Pero literal. Que de jóvenes nos vamos de fiesta por ahí a "beber" para pasarlo bien (¿?) y desinhibirnos incluso con el sexo opuesto (¿?¿)... le ha faltado la escena del botellón, y el calimocho sanguíneo con coca-cola, en serio. Y luego, claro, ya se hace uno de adulto sanguino-cohólico y bebe porque sí (¿¿) y, bueno, cuando uno toca fondo, se vuelve abstemio... por eso no temáis, que no os voy a morder cuando durmáis... (juas, juas). Lo de las charlas preventivas por institutos de vampiros adolescentes también lo eché en falta (¬¬). Muy original e imaginativo, Sap, lo reconozco... pero qué inverosimil, joder.

El otro detalle que me hizo bufar, ya por el final del libro, fue el de frases cada dos por tres del estilo "y se metió de cabeza en la refriega, y ese fue su bautismo de fuego". Que sí, que ya... que nos queda claro que cada personaje pasa su bautismo de fuego (tranquilo, queda justificado el título de sobras... tampoco hace falta que se te note tanto, hombre; tampoco somos tan estúpidos como para no imaginar que ciertas vivencias pueden considerarse así). Incompatibilidad manifiesta, queda claro.

Bien, ya me quedan dos libretes para acabar contigo, Sap. Y encima sabiendo que el final no ha gustado, al parecer, a nadie (lo cual promete un divertido post-comentario donde darás pie a que saque la Gatling con munición trazadora-incendiaria de punta hueca...).

A Satán pongo por testigo de que jamás volverán a engancharme con una saga de estas abusivas en páginas y paciencia lectora.

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4 comentarios:

Sonix dijo...

Pues justo me pillas leyendo el segundo, La Espada del Destino. A mí sí me gustan los personajes, tanto Geralt como Jaskier, y supongo que eso ayuda a que para mí sea una lectura amena y divertida, y para ti, no tanto (por decirlo suavemente ;D).
Hay cosas que no me gustan, pero en general me lo paso muy bien. ¿Cómo es que te lees una saga entera que parece que no te gusta? O_o

Luis Bermer dijo...

Pues veras, Sonix; aparte de por ser maño (y por ende, cabezón -bueno, que comente algo al respecto Alcorze, que se explicará mejor que yo, pero lo entenderá seguro xD), es que tengo el estúpido principio de terminar lo que empiezo, sea lo que sea y aunque no merezca la pena en absoluto (procrastination, baby :D). Tal vez para criticar después con fundamento, y dar la oportunidad de ser "seducido" en algún momento con la lectura.

Para mí, estos libros están justo en ese linde donde puedo leerlos, pero pensando en mandarlos a la mierda cada dos por tres, si me entiendes. Los leo porque adoro leer, y en efecto, pueden ser trivialmente amenos -igual que cuando lees una revista por encima, o el prospecto del champú-. Además, ya he hecho una inversión de tiempo que me impele, por el mismo mecanismo del culebrón venezolano, a conocer de primera mano el fin de la historia -aunque, en el fondo, me importe bien poco-. Pero no me gusta su estilo, desde el principio. Es algo visceral, más que racional, lo reconozco.

Y luego está el hecho de que me cabrea que, últimamente, pocos autores consigan envolverme en la magia de sus palabras, a lo Martin en los "Viajes de Tuf", o Matheson en "La casa infernal"... y eso me pone de aún peor leche.

Y por eso es que no me gusta ni Geralt ni su puñetero padre :)

David Gómez Hidalgo dijo...

Jajajaj, no he parado de reir imaginándote leyendo y preguntándote el por qué.
No hace falta demostrar que eres maño para acabarte la saga.
Yo creo que en el fondo tienes ganas de ver lo que pasa y sobretodo de poder explicarlo. Además, si de paso te pasas un ratillo entretenido con la reseña, pues mejor que mejor.

Yo creo que la reseña engancha más a la gente a leer de lo que te parece.

Que hablen de nosotros aunque sea mal.

Saludos

Luis Bermer dijo...

Jeje, lo del maño es más coña que otra cosa (total, me fui de allí casi de bebé :P)... el caso es que la conjunción astral-carácter pega :D

Y fíjate, estoy seguro que no es por saber cómo acaba la cosa -últimamente siento poco por nadie, mucho menos por estos personajes semi-planos-, sino por algo mucho, mucho más asumido por mí desde siempre, y es que "libro empezado, libro acabado" (en los últimos tiempos me están poniendo este principio a prueba, a base de cañonazos de palabrería y aburrimiento, pero resisto). Si no fuese por esto, y porque cuando las cosas se ponen feas me da por tirar p´alante con un hacha en cada mano, ya había salido el tocho este por la ventana hace rato.

Allá cada cual con leerlo o no (porque esta es sólo mi opinión, con mi retorcida mente sin remedio y en mi instransmitible momento vital; vamos, la review de un alien xD); así que, como siempre, cada uno habrá de probar el fuego por sí mismo, por si le gusta. Y si a Sapkowski esto le viene bien, pues mira, me alegro por él (ya que por mí no xD).

Un saludo!