Aquí tenemos la segunda parte de la trilogía del albino Elric de Melniboné, que comenzó con "Elric de Melniboné", sigue con esta continuación, y desemboca en "El misterio del lobo blanco".
En esta ocasión vemos a Elric alejado de su trono de rubí en Melniboné, adentrándose en los Reinos Jóvenes, ya de lleno en lo que es una clásica novela de aventuras de fantasía heróica. Eso sí, con los toques particulares que Moorcock dio como señas de identidad: el multiverso, con sus saltos en el tiempo y las dimensiones, la naturaleza de Elric como parte del Campeón Eterno (especie de deidad que se manifiesta a través de 4 personas, siendo él una de ellas), la Espada Negra (la Tormentosa) mostrando sus inmensos poderes...
A estas alturas, desde luego no brilla tanto como lo haría en su día: es una narrativa bastante plana y carente de toque literario; pero como novela amena y entretenida, de acción sin demasiadas cavilaciones sí que cumple. Y ya es más de lo que pueden decir muchos libros actuales.
Yo la recomendaría a fans irredentos de la fantasía, así como a lectores adolescentes (donde éste tipo de libros caen bastante bien). A lectores no demasiado aficionados, puede que no les llegue a fascinar, pero como lectura ligera está bastante bien.
2 comentarios:
Se oye interesante, habra que buscarla en el desvan de la abuela
Es fantasía clara, pero con un toque oscuro y diferenciador. Curioso.
Saludos Azra!
Publicar un comentario