(SPOILERS SUELTOS. CUIDADÍN)
¡Al fin, lo terminé! ¡Yupiii!
Confirmado lo que me esperaba: esta saga ha sido como una avioneta subiendo alto (hasta el segundo libro), para luego caer en barrena entre espirales de humo y fuego y pegarse un hostión espectacular en este "La dama del lago" (Por cierto, dividido en dos cómodos volúmenes: 500 y pico páginas...36 eurazos ¡Zas!). Patético, tópico, previsible, acelerado, descompensado... una mierda de final como la catedral de Burgos, para una de las sagas más sobrevaloradas de todos los tiempos.
Supongo que terminar un mamotreto de historia como ésta inducirá cierto nerviosismo y tembleque al autor que deba darle punto y final, que empieza a pensar "¿A que la cago? ¿A que no estoy a la altura? ¿A que..." Pues sí, amigo: profecía autocumplida. La has cagado pero bien. O tal vez le daba igual, por ser él el más agotado de Geralts, Yennis y Ciris de entre todos nosotros; a mí esas ganas de terminar casi me han golpeado, emanando del libro. Porque, de verdad, no se puede terminar cabalgando hacia el atardecer, cual western malo, ni con "fueron felices y comieron perdices" (literal)... ni con un cuento-epílogo tan patético como el propio final del libro. Penoso, en serio. En la misma línea que los últimos toñazos de libros, pero aún peor, superándose.
La historia nos narra esa batalla entre los nilfgaardianos y el norte que lleva oliéndose desde el principio, con algunos buenos momentos de acción (lo mejor del libro, la acción, en generosa cantidad), pero con un estilo casi telegráfico, saltándo cada pocos párrafos de unos acontecimientos a otros, a personajes diferentes... a veces pequeños diálogos, y vuelta a saltar. Además, todo absolutamente desequilibrado: aspectos secundarios ocupan montones de páginas, otros acontecimientos que, esperábamos de cierta profundidad (el reencuentro de Geralt con Ciri, por ejemplo), se despachan de forma rápida, seca y sin la menor emoción. Otras escenas ya directamente inverosímiles (el baño de agua caliente suicida), o de clímax ridículo... (lo de Geralt y el tridente... ¿en serio? No me lo podía creer...jojo, dios...). ¿Y esto era la revolución de la fantasía épica? Pues qué bien...
Algunas cosas ya es que me han puesto de mala leche, pues el mismo parece empeñado en darle patadas al lector para sacarlo de la historia (al menos a mí seguro):
-Ese afán unificador, en una especie de teoría épica, de mezclar en una sola historia toda clase de mitologías clásicas y populares (vampiros, ninfas, la saga Artúrica...). A mí sólo me ha parecido un collage mal compuesto y sin gracia. No me he creído nada, sorry (peor para mí, vamos).
-Los saltos transdimensio-temporales esos de Ciri..., junto a los de Yennefer & co. ¿homenaje a Star Trek?
-Algunos momentos literarios de descojono padre: no sé si serán cosa de la traducción, del Sap que es un cachondo o de qué, pero es que merecen la literalidad:
-(Pag.266) [...]"Está encima de mi mesa. Y en mi mesa, por tararear algo, soy un truhán, soy un señor" ¿Ein? ¿He leído bien? ¿Homenaje a Julio Iglesias? ¿Estaba Julio Iglesias de gira por Polonia ? ¿O lo estaba directamente por Rivia? ¡Increíble!
Lo mejor: que al fin me lo he terminado, y que he quedado vacunado para los restos de meterme en culebrones venezolanos aplaudidísimos de estos.
Volveré a leer a Sapkowski. Cuando me haya leído al resto de autores del mundo.
A todos.