(SPOILERS POR AHÍ SUELTOS. BEWARE).
La otra noche cayó esta revisión de la insuperable obra maestra de Carpenter, "La cosa". Se nota que ha sido realizada desde el cariño y el respeto a la original; pero como todos sabemos, el cariño es una condición necesaria pero no suficiente. Otros factores son también necesarios para que la receta funcione.
La cinta pretende ser una precuela y un remake a la vez, y se queda sin ser ni una cosa ni la otra del todo. No es precuela porque, aunque se supone que ocurre antes que la primera, luego resulta que ocurre ¡exactamente lo mismo!, casi escena por escena, que en la original -por supuesto, sin su frescura -claro-, y sin aportar nada a cambio para compensar. Al final de la película -durante los créditos, concrétamente- es donde uno deduce que es "precuela", y no solo remake, al enlazar con el mítico inicio del helicóptero y el perro de la película de Carpenter. Más traido por los pelos, imposible. Y una excelente oportunidad perdida de haber desarrollado un guión original con la llegada del ser a la Tierra. Nos hubiese encantado ver algo nuevo con tan extraordinario concepto alienígena, pero nada... el exceso de devoción y el miedo a innovar nos dejaron tirados en la mediocridad.
Y en su perspectiva de remake, pues es que resulta del todo innecesaria, del todo prescindible. Nacía sabiendo que ni podría igualar, ni por supuesto superar, a la de Carpenter, así que... ¿Qué aportas? Dinero de los miles de nostálgicos ochenteros, eso sí. Porque desde el punto de vista cinematográfico, no hay nada que me haya gustado en especial. Por partes: el guión sigue la senda del original, pero sin el carisma de los personajes, ni el ritmo perfecto, ni la atmósfera amenazadora de la primera. Podría esperarse que, al menos, con la tecnología del 2011, los efectos asociados "superasen" a "la cosa" del 82... pero tampoco, oiga. Resulta que sigue dando más miedo el animatrónico sangriento, orgánico y palpable, que el puñetero bicho digital este. Además -y esto sí que es gordo-, el concepto del nuevo me ha repateado: ahora se ha "bestializado", como una especie de engendro del caos de Warhammer, una bestia perruna con patas... y una cara doble que parece decir "te quiero dar miedo". Decepcionante, pues la naturaleza mimética de la criatura era evidente en la primera, y daba miedo porque la grotesquería de la carne era algo secundario en su afán de ir adaptándose, dentro de la historia... no estaba pensando "con esta forma doy más miedo al espectador". En este punto, me puso de bastante mala leche.
Y mi mala leche fue en aumento al ver la torpeza con la que las escenas de paranoia grupal y tensión psicológica se desarrollaban -por cierto, la peli insiste en que su columna vertebral sean justo estas escenas encadenadas... para luego no saber resolverlas con solvencia. Conozcamos nuestras limitaciones, señores-. Y donde ya sí que me salió humo de las orejas es con la "novedosa" forma de hacer el "test de humanidad". Va así: intentan hacer la tensa prueba de la sangre y la electricidad de la original, pero se les va al traste. Y ¡oh albricias!, descubren que la "bestia" no puede replicar los ¡empastes dentales!, así que ¡todo el mundo a abrir la boca y dejarse mirar con la linterna!... Dios, casi mejor que no hubiesen intentado ser originales en absoluto. Es de sobra sabido que la línea entre el terror y el humor están más cercanas de lo que parece... qué poca vista, joder.
No cargaré más contra ella. Si no esperas nada -y no conoces la película de Carpenter (ya te vale)-, te puede hasta entretener un rato. Viendo lo que ofrece el cine actual, tal vez este sea el nuevo criterio que nos quede para considerar una película como "buena". Pero yo no paso por el aro, lo siento.
Absolutamente prescindible, y hasta dolorosa para los nostálgicos (cómo me he acordado de la original durante cada segundo del metraje, la virgen).
La cinta pretende ser una precuela y un remake a la vez, y se queda sin ser ni una cosa ni la otra del todo. No es precuela porque, aunque se supone que ocurre antes que la primera, luego resulta que ocurre ¡exactamente lo mismo!, casi escena por escena, que en la original -por supuesto, sin su frescura -claro-, y sin aportar nada a cambio para compensar. Al final de la película -durante los créditos, concrétamente- es donde uno deduce que es "precuela", y no solo remake, al enlazar con el mítico inicio del helicóptero y el perro de la película de Carpenter. Más traido por los pelos, imposible. Y una excelente oportunidad perdida de haber desarrollado un guión original con la llegada del ser a la Tierra. Nos hubiese encantado ver algo nuevo con tan extraordinario concepto alienígena, pero nada... el exceso de devoción y el miedo a innovar nos dejaron tirados en la mediocridad.
Y en su perspectiva de remake, pues es que resulta del todo innecesaria, del todo prescindible. Nacía sabiendo que ni podría igualar, ni por supuesto superar, a la de Carpenter, así que... ¿Qué aportas? Dinero de los miles de nostálgicos ochenteros, eso sí. Porque desde el punto de vista cinematográfico, no hay nada que me haya gustado en especial. Por partes: el guión sigue la senda del original, pero sin el carisma de los personajes, ni el ritmo perfecto, ni la atmósfera amenazadora de la primera. Podría esperarse que, al menos, con la tecnología del 2011, los efectos asociados "superasen" a "la cosa" del 82... pero tampoco, oiga. Resulta que sigue dando más miedo el animatrónico sangriento, orgánico y palpable, que el puñetero bicho digital este. Además -y esto sí que es gordo-, el concepto del nuevo me ha repateado: ahora se ha "bestializado", como una especie de engendro del caos de Warhammer, una bestia perruna con patas... y una cara doble que parece decir "te quiero dar miedo". Decepcionante, pues la naturaleza mimética de la criatura era evidente en la primera, y daba miedo porque la grotesquería de la carne era algo secundario en su afán de ir adaptándose, dentro de la historia... no estaba pensando "con esta forma doy más miedo al espectador". En este punto, me puso de bastante mala leche.
Y mi mala leche fue en aumento al ver la torpeza con la que las escenas de paranoia grupal y tensión psicológica se desarrollaban -por cierto, la peli insiste en que su columna vertebral sean justo estas escenas encadenadas... para luego no saber resolverlas con solvencia. Conozcamos nuestras limitaciones, señores-. Y donde ya sí que me salió humo de las orejas es con la "novedosa" forma de hacer el "test de humanidad". Va así: intentan hacer la tensa prueba de la sangre y la electricidad de la original, pero se les va al traste. Y ¡oh albricias!, descubren que la "bestia" no puede replicar los ¡empastes dentales!, así que ¡todo el mundo a abrir la boca y dejarse mirar con la linterna!... Dios, casi mejor que no hubiesen intentado ser originales en absoluto. Es de sobra sabido que la línea entre el terror y el humor están más cercanas de lo que parece... qué poca vista, joder.
No cargaré más contra ella. Si no esperas nada -y no conoces la película de Carpenter (ya te vale)-, te puede hasta entretener un rato. Viendo lo que ofrece el cine actual, tal vez este sea el nuevo criterio que nos quede para considerar una película como "buena". Pero yo no paso por el aro, lo siento.
Absolutamente prescindible, y hasta dolorosa para los nostálgicos (cómo me he acordado de la original durante cada segundo del metraje, la virgen).
7 comentarios:
A mí sí que me pareció una precuela bastante digna. No está a la altura de la original, obviamente, pero tampoco creo que esa fuese su intención.
Quizá lo peor que le vi fue el exceso de efectos digitales, porque de haber usado animatronix, le hubiese cascado un 10.
No sé, pero a mí ver una precuela calcada escena por escena de la original me parece un desperdicio.
Estoy de acuerdo contigo en que, con animatrónicos, hubiese tenido otro toque... pero el tono, el ambiente general de todo, la sensación general que transmite me sigue pareciendo un fiasco.
Le han pedido demasiado a la nostalgia, me temo.
Vaya que esta peli ha sido apaleada en cada lugar que la veo reseñada, que si la película no es sucesora digna de la original, que la criatura no se comporta como debiera y demás, y bueno, va mi comentario.
La Cosa de John Carpenter es, a fin de cuentas, un remake de La Cosa de otro mundo, película B de los años 50,que a su vez es la adaptación de la novela ¿Quien anda allí?(que esta seguro que la has leído, Luis) de John Campbell. Es decir, si somos justos la película de 1982 NO es original y como adaptación no respeta en gran parte a su predecesora, ¿Porque entonces atacar con todo esta nueva versión?
En el libro, si que quedan de manifiesto las capacidades miméticas de La Cosa, no recuerdo exactamente la forma que toma en la novela, pero en la película de los 50 es una especie de Frankenstein cruzado con Nosferatu y pinchos en las manos, en los 80 es mas una masa tentacular, cambia formas y en la ultima versión, la del año pasado, ya es rápida, ágil, parece si, un sabueso de Warhammer, tiene facehuggers correteando por allí y si le hubieran dado oportunidad hasta un pastel te cocinaba...
A lo que voy es que mucha gente se queja de que ese no es el espíritu de "La Cosa", la criatura y no estoy de acuerdo. Mantiene sus atributos miméticos, Los diseños de las criaturas están bien para nuestros tiempos y la prueba de humanidad tiene su lógica, aunque se hubiera podido desarrollar mejor.
Ya si nos metemos en los aspectos técnicos ni se diga, si se ve muy falsa en la mayoría de las tomas, pero y no me fusilen por esto, la criatura de Carpenter, en mi opinión, también lo es, inmediatamente te das cuenta de que es un animatronico.
En general la película y Luis, allí si te doy toda la razón, tiene muchos fallos, pero en general no esta tan mal, la versión del 82 es, con todo la mejor de las 3 pero, en mi caso este remake/precuela funciona bien, es, como dices para entretenerse y nada mas.
Saludos!!
Pues no, Azra, aún no me he leído el libro de Campbell (imperdonable, lo sé), pero ganas le tengo (ya caerás, maldito).
La de los 50 es también una gran película -por ejemplo, es más inquietante que esta última, tiene un ambiente más "natural"-, y yo por defecto llamo "original" a la de Carpenter, por ser la más clara referencia de esta mediocrity.
Vale, puede que la cinta no sea tan abominable e "invisible" como podría haber llegado a ser, de acuerdo. Pero a mí este tono del cine moderno "semi-flipadete", con ambientes psicológicos tan artificiosos, forzados... no me hacen suspender la incredulidad -me gustaría, pero no lo consiguen-. ¿Ves? Por ejemplo, esa puñetera manía de acompañar los ataques del bicho con golpes de música (¡shrin, shrin! ¡Chan!), como indicando al espectador que el asunto es grave... joder, si es que te tratan de gilipollas -con lo inquietante que puede ser el silencio-.
Y no estoy de acuerdo contigo en lo de los animatrónicos. Sí, es posible que, si te fijas al detalle, obviamente notes que no es la carne de una persona la que se desgarra (1982, recordemos); pero el montaje es tan bueno, que apenas notas el "látex", sobre todo porque estás subyugado por la fuerza de lo que se cuenta. Y en esta del 2011, amigo, todo canta como pavarotti nada más aparecer...
En fin, que me habrán tocado donde duele, pero yo de esta "cosa", paso :D
Hasta pronto, Azra!!
La novela en si esta entretenida, esa ciencia ficción todavía muy pulp, en cierto modo, todavía muy inocente, el McReady de la novela es leerlo e imaginarte a Kurt Russell, se da gusto leerla en verdad.
En lo referente al guion pues hombre, tú tienes más autoridad y oficio para detectar esos fallos que los demás nos vemos. Buen gusto, como se dice, uno no, uno a lo que va, a los monstruos haha
Ya como Off topic, pero relacionado a lo mismo, por ahí leí o escuche alguna vez a alguien que comentaba el porqué el cine actual estaba tan lleno de remakes , con tanta carencia de buenos guiones e ideas y llego a la conclusión que era culpa de la generación MTV.
Es decir, los productores escritores y directores de las nuevas películas son esos chicos que fueron criados por la televisión, gente que no leyó buenos libros, que pasaba de los clásicos y buenas novelas y que ahora, al hacer ellos las películas solo cuidan el aspecto visual, y que a falta de no conocer la diferencia entre un buen guion o idea y un bodrio les da igual lo que producen. Se me hace muy convincente esa idea por el hecho de que la gran mayoría de las películas actuales son remakes de películas y series que seguramente ellos vieron de pequeños.
Y bueno después de esta capsula friki XD, me retiro.
Saludos amigo!!
Ni una tilde que añadir, señoría. El fiscal Bermer ha dado en el clavo ; D
Pa Azra:
Ya me picas con la novela, jodío. A ver si remato la sobrevalorada saga de Geralt de Rivia y me la busco por ahí :)
Que va, Azra, lo del guión nada tiene que ver con mi ¿autoridad? ni oficio. Es simplemente lo que transmite -ahí está el arte-. Algunas obras transmiten credibilidad, verosimilitud -aunque tengan mil fallos de guión-, yo lo achaco al estilo narrativo del autor... hay quien te hace sentir cosas, y quien no... ahí está la subjetividad del arte. Y a mí el 90% de las obras modernas que consumo me dejan una sensación de estafa, de que otros intereses -más allá de la obra en sí-, han pesado mucho más. Seré yo, que vengo de una época primigenia ya extinta :D
Y respecto a esa teoría que comentas respecto al "origen del mal actual", creo que bien puede ser así, pero no es la razón completa. Creo que los productores saben de sobra la calidad de los bodrios que andan creando, pero lo hacen porque su público objetivo lo consumirá. Alguien dijo que todo esto se hace para una mentalidad del americano medio adolescente (que puede tener 50 años reales, y 15 mentales, ojito), y que así no se falla (tal vez porque casi toda la población se queda "mentalmente" anclada en un estadío no mucho mayor que eso). ¿Y qué es lo que a uno le interesa con esa edad? Sexo, violencia, escenas rápidas e historias tan profundas como un charco, que sostengan con palillos mínimamente lo dicho antes. Supongo que, un joven de ahora, acostumbrado a los facebooks y mil webs abiertas a la vez, no suele tener la paciencia de aguantar cómo le ambientan una historia, o le intentan hacer reflexionar.
Pero con los años, uno ve claro que el núcleo de toda narración es una buena historia, unas ideas... y sin ellas no hay más que bichos digitales, explosiones, escenas de medio segundo y actores de plástico que son los primeros en no creerse lo que hacen. Tal vez por eso soy tan crítico con toda esta mierda, porque encima nos están habituando a que todo esto sea lo "normal", y pronto cualquier chorrada "entretenida" nos parecerá incluso buena (por contraste con los mega-bodrios).
Espero volver a leer muchas más cápsulas frikis de estas, Azramari! ;D
Pa Andreu:
No sé, tio. Bien conoces mi devoción por lo que hizo Carpenter, así que puede decirse que con esta semi-cosa modernosa me han obligado a sacar el hacha del armario.
Y me temo que, de ahora en adelante, mejor ya que ni la guarde :D
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