Para irnos centrando: es como una "La historia interminable" a la japonesa, pero demente por completo.
Narra el viaje iniciático de un niño designado "Jinete Kirin" en su búsqueda de la espada con la que luchar contra un monstruoso ejército que se cierne sobre los niños del Japón. El chaval es una muestra de inocencia y empanamiento a partes iguales (se pasa media película sobrecogido y acojonado, entre ¡Wow, woooowss! shinchanescos), pero eso no es nada con lo que nos espera.
Siguiendo la ochentera tradición de películas a lo "Dentro del laberinto" o la citada "La historia inteminable" (entornos de fantasía con muñecos y peluchones entrañables), empieza un festival de seres pintorescos, creados a base de stop-motion, trajes de power-ranger, peluches como los que guardas en el armario, y más cara que vergüenza. En serio, la imaginación y falta de límites en cualquier sentido de esta gente resulta pasmosa; creo que en occidente no se podría hacer una película así ni a punta de pistola. Un gato con un solo pie, cuatro tetas y el pelo rojizo a lo lobezno, una pared que anda, una suerte de pimiento rojo al que se le empina una cadenita del pelo(¡), una geisha de cuello kilométrico, un hombre tortuga más grimoso e imbécil que el Jar-Jar Binks de Star Wars, un paraguas vegetal con un ojo y una lengua, una Paris Hilton mezclada con un cabezacono... y eso no es nada.
El humor surrealista, sin cortapisas, desquiciado y demente en el que transcurre toda la película, junto a la amalgama que se muestra en pantalla (y es que parece que no hay un sólo fotograma "normal") hacen que todo parezca una pesadilla híbrida entre Jim Henson y el salón del Expo-manga... creo que son imágenes que al cerebro le cuesta hasta procesar xD
Y ya sólo por eso merece la pena verla. Con la actitud adecuada, tampoco te faltarán momentos para echarte unas risas ante tanto desparrame. No sé, es de esas películas que, si ves de niño, seguro que de mayor intentas recordar "¿Cómo se llamaba aquella cosa que ví de chico?". Podéis hacer el experimento con vuestros hijos, quienes los tengáis (pero no pago facturas de psiquiatra, aviso).
De este director sólo he visto antes la no menos demencial "Itchi the Killer" y "Llamada perdida"... habrá que seguirle la pista.
Hace falta gente así :)
Narra el viaje iniciático de un niño designado "Jinete Kirin" en su búsqueda de la espada con la que luchar contra un monstruoso ejército que se cierne sobre los niños del Japón. El chaval es una muestra de inocencia y empanamiento a partes iguales (se pasa media película sobrecogido y acojonado, entre ¡Wow, woooowss! shinchanescos), pero eso no es nada con lo que nos espera.
Siguiendo la ochentera tradición de películas a lo "Dentro del laberinto" o la citada "La historia inteminable" (entornos de fantasía con muñecos y peluchones entrañables), empieza un festival de seres pintorescos, creados a base de stop-motion, trajes de power-ranger, peluches como los que guardas en el armario, y más cara que vergüenza. En serio, la imaginación y falta de límites en cualquier sentido de esta gente resulta pasmosa; creo que en occidente no se podría hacer una película así ni a punta de pistola. Un gato con un solo pie, cuatro tetas y el pelo rojizo a lo lobezno, una pared que anda, una suerte de pimiento rojo al que se le empina una cadenita del pelo(¡), una geisha de cuello kilométrico, un hombre tortuga más grimoso e imbécil que el Jar-Jar Binks de Star Wars, un paraguas vegetal con un ojo y una lengua, una Paris Hilton mezclada con un cabezacono... y eso no es nada.
El humor surrealista, sin cortapisas, desquiciado y demente en el que transcurre toda la película, junto a la amalgama que se muestra en pantalla (y es que parece que no hay un sólo fotograma "normal") hacen que todo parezca una pesadilla híbrida entre Jim Henson y el salón del Expo-manga... creo que son imágenes que al cerebro le cuesta hasta procesar xD
Y ya sólo por eso merece la pena verla. Con la actitud adecuada, tampoco te faltarán momentos para echarte unas risas ante tanto desparrame. No sé, es de esas películas que, si ves de niño, seguro que de mayor intentas recordar "¿Cómo se llamaba aquella cosa que ví de chico?". Podéis hacer el experimento con vuestros hijos, quienes los tengáis (pero no pago facturas de psiquiatra, aviso).
De este director sólo he visto antes la no menos demencial "Itchi the Killer" y "Llamada perdida"... habrá que seguirle la pista.
Hace falta gente así :)
4 comentarios:
Jajaja, no sé si hace falta verla, pero me he reído mucho con el comentario que has hecho.
Peluchones entrañables, jajaja, como me he reído.
Saludos
Sí que hace falta, sí... xD
Al menos, si quieres ver algo... diferente :D
La buscaré porque Miike me gusta y tu reseña es impagable ;D
Es que me aburren soporíferamente las reseñas técnicas xD
Échale un ojo tú primero, por si te apetece ponérsela a los chicos (sale algún katanazo).
Saludos, maño!
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