martes, 24 de noviembre de 2009

CRÓNICAS MARCIANAS (Ray Bradbury)





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Para mí, Ray Bradbury es el abuelito entrañable de la ciencia-ficción. Mi abuela, la última que me quedaba, murió la semana pasada. Además de la pérdida personal que supone, uno comprende que un nuevo ciclo en la vida comienza, que una gran época se ha terminado para siempre. Sé que (presuponiendo que el “orden natural” no se vea alterado, claro) sentiré lo mismo respecto a la literatura cuando Bradbury parta a reunirse con sus compañeros Asimov, Clarke, Heinlein… Seguirán escribiéndose buenos libros, perno nunca más como ellos lo hacían.

En la mayor parte de sus obras, su estilo es pura prosa poética; y el lirismo, una constante. Es un escritor sentimental y emotivo, pero con mayúsculas. Si entras en sintonía con él, te brindará momentos mágicos de lectura y notarás que consigue remover muchas cosas en tu interior.

En Crónicas Marcianas (auténtica blasfemia que la bazofia del Sardá llevara el título de un libro tan sublime, por cierto) se narra, a través de una serie de cuentos interconectados, la colonización de Marte por el Hombre. Pero olvidaos de encontrar aquí ciencia-ficción hard, aventuras o tecnicismos… Aquí Bradbury toma elementos de la ciencia-ficción como excusa, como escenario para envolver los temas que verdaderamente le interesan: la profunda soledad del Hombre, la nostalgia, el poder de los recuerdos sobre el presente, la visión de la realidad desde los ojos infantiles, la imaginación como instrumento necesario para la supervivencia, los patetismos de la condición humana… El libro flota entre lo poético y lo onírico (por ejemplo –pequeño spoiler– en uno de los cuentos, la expedición que llega a Marte –concebido como una especie de Medio Oeste americano– encuentra allí viviendo en casas a muchos de sus seres queridos muertos en la Tierra), consiguiendo imágenes bellísimas que en verdad calan hondo.

Es profundamente humano y una obra maestra indiscutible. Durante años ha sido uno de mis libros favoritos; y lo he regalado y recomendado más veces de las que puedo recordar. Y por supuesto, seguiré haciéndolo.

Leedlo, y ya me contaréis ;)

9 comentarios:

Andreu Romero dijo...

Yo me lo compré de segunda mano por cuatro euros o menos... y son los euros mejor invertidos de mi vida. De los mejores libros que he leído nunca. Uno de mis relatos preferidos es Usher 2 (creo que era así). Con lo que me gusta Poe, se me erizaban las crines mientras lo leía.

alcorze dijo...

No lo he leçido. Es uno más de la lista de pendientes ;D

Luis Bermer dijo...

Antes de morir, me encantaría escribir algo que, al menos, sea una sombra de esta maravilla.

chorima dijo...

Siento lo de tu abuela, Luis

Luis Bermer dijo...

Gracias.

Sonix dijo...

Tengo muchas ganas de leer ese libro, sólo he leído un libro de Bradbury y me he quedado con ganas de más. Muy buena reseña, aunque no tuviera ganas me las habrías dado al leer esto.
Por cierto, lamento lo de tu abuela. A veces se sienten mucho estas pérdidas, son casi como padres y madres los abuelos.
Un beso!

Luis Bermer dijo...

Pues mira que se me da mal explicarme cuando algo me gusta; debe ser que este me gusta mucho, mucho... :) Es un libro extraordinario, no te lo pierdas.

Sí, no por inevitable es menos doloroso. Se pierde mucho con ellos.

Gracias Sonia. Un beso.

Annie dijo...

Por suerte en mi casa cuando era chica había muchísimos libros de Bradbury, y siempre que le pedía a mi papá que me recomiende alguno me daba cosas muy buenas para leer, como por ejemplo El Hobbit, El Señor de los Anillos, y por supuesto, la recomendación de cabecera: Todos los libros de Bradbury.
Una frase de "El vino del estío" me quedó grabada en la mente desde los 12, 13 años (miren si sería excelente la frase, que logró grabarse ella pero no me acuerdo de qué trataba el libro xD): (agh no me deja copypastear acá :P)

"-El encaje más fino es éste -decía papá quedamente. Y señalaba con la mano mostrando cómo los árboles se entretejían con el cielo, o cómo el cielo se entretejía con los árboles, no lo sabía."

Un saludo y mucha fuerza para estos tiempos que te tocan vivir.

Luis Bermer dijo...

Qué maravilla, tener una infancia rodeada de libros, y tan buenos...:)

Bradbury escribe desde la emoción, y muchísimas veces con la perpectiva infantil ahí latiendo, bajo las frases. En esto es un genio. Recuerdo con mucho cariño libros encantadores como ese "Vino del estío", "El país de octubre" o "El hombre iustrado".

Muchas gracias por tus ánimos, Annie. Un abrazo.