Creo haber dicho ya en alguna ocasión que Philip K. Dick es uno de mis escritores de ciencia ficción favoritos, no tanto por tener un estilo literario apabullante, sino y sobre todo por tener una "voz" de escritor única y tratar temas psicológicos, metafísicos e ideas sobre la naturaleza de la realidad delirantes y geniales a un tiempo. Un escritor metido en su propio estilo, cuyas obras son válvula de escape y exploración filosófica simultáneamente.
Rara es su obra que no toca estos temas, y este "Tiempo de Marte" no es una excepción. Ambientada en el planeta rojo tras una primeriza colonización humana, sus personajes parecen vivir (o al menos a mí estéticamente así me han recordado) a las pequeñas poblaciones norteamericanas de mediados del S.XX, afincadas aquí junto a los canales marcianos, viviendo austéramente con escasos medios y recursos, siendo el agua uno de los más preciados. La trama gira en torno a varios personajes -todos interesantes por distintas razones-, desde un poderoso líder gremial (Arnie Kott), un mecánico de aparatos (Jack Bohlen), su mujer Silvia, los Bleekmen (oscuros, habitantes nativos de Marte) hasta uno de los personajes principales, Manfred Steiner, un niño esquizofrénico recluido en un campo para personas "especiales", en torno al cual gira buena parte de todo lo que ocurre en "Tiempo de Marte".
Pero el tema principal es el trastorno mental, la esquizofrenia, y su relación con la percepción del tiempo y la realidad. Aquí hay que quitarse el sombrero ante Dick, y cómo postula algunas curiosas teorías sobre por qué Manfred se porta así, por qué dibuja escenas que parece estar viendo de un futuro lejano. su lenguaje particular y las escenas -casi macabras- sobre el "grubiar" (ya sabréis lo que es al leerlo)... este es uno de los encantos particulares de Dick, difícilmente encontrable en otros escritores, pues todo se presenta con gran verosimilitud, y casi te deja pensando si sus intuiciones han estado muy cerca de reflejar dimensiones de la realidad difícilmente expresables a través de las palabras.
Una muy buena obra de Dick, entretenida, de personajes e ideas, que creo harías muy bien en leer.