Gastòn es una amigo lector que ha tenido a bien inspirarse en uno de mis relatos de adolescente, "El corazón de la máquina", para uno de sus trabajos de diseño en la carrera que está estudiando. Aparte de ser un honor (que se fijen en lo que uno hace, habiendo millones de cosas mejores por ahí flotando), estos detalles siempre me dejan pensando en lo imprevisible de las acciones, en la extrañeza de la vida: un pequeño relato escrito una noche perdida de los 90, inspira a un joven (que ni siquiera habría nacido entonces) para un trabajo en 2012... si me lo llegan a contar entonces, hasta me habría temblado el pulso al escribir :D
Me ha gustado mucho el estilo de Gastôn en este trabajo: una suerte de Pop-art steampunk macabro, que te deja un poso de inquietud al mirar esas cuencas negras y vacías, esos engranajes incrustados en el hueso, tal vez como metáfora de esto en lo que nos hemos convertido: humanos dependientes de la tecnología, zombificados con chorros de información binaria a través de la red, casi como sustitutivo de una vida más "real", una vida que era pura ciencia-ficción en los 80... y que ahora es la nuestra cotidiana.
Esos brazos cogiendo el corazón cableado, directamente unidos a la columna vertebral...brr
Muy curioso ver el texto incrustado junto a los diseños, como una nueva forma de leer el relato. Esos esqueletos con máscara de gas te dejan pensando...
La ciudad devastada de fondo, con esa luna sangrante y las calaveras contrapuestas, dejan una imagen impactante de conjunto, sí señor.
Esta me ha hecho gracia. El bueno de Gastòn ha cogido la que probablemente sea mi única fotografía por internet para presentarme. Gracias por lo de joven escritor: sin duda en esa foto lo era... debe tener 30 años o así xD
Y aquí una cascada de números cayendo sobre nuestros huesos, con fondo rojo para el final del relato. Muy acertado
4 comentarios:
No es por nada, pero están de puta madre.
Vaya que si lo están; cuánto talento por el mundo ¿verdad? :D
Y la suerte que he tenido yo con mis ilustradores colaboradores... ;)
Vaya peazo de dibujos.
Sí que estás de suerte de estar rodeado de tan buenos ilustradores, y creo que ellos tambien de poderse inspirar en tus relatos.
La suerte es mia, David, eso lo tengo claro: tengo el "ojo" de rodearme de gente mejor que yo ;D
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